En relación al peso de la semilla, determinado por la variable Peso de Mil Semillas (PMS) -expresadas en gramos-, todos los tipos de porotos, mungo y adzuki registraron un PMS promedio superior al de la campaña 2021.
Esta mejoría en la variable PMS para la campaña en estudio, podría ser explicada a partir de los rendimientos obtenidos -el peso de la semilla es uno de los componentes de este-. Si bien se presentaron condiciones desafiantes de estrés hídrico a la siembra, los milímetros acumulados durante el ciclo de cultivo resultaron suficientes para que se alcancen rendimientos aceptables con un consecuente mejor peso de la semilla.
El comportamiento del clima hizo que el poroto resulte una alternativaTeniendo en cuenta todo lo sucedido con el poroto, los técnicos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) consideraron que el número de muestras de poroto analizadas en el Laboratorio de Semillas de la entidad, durante la campaña del año pasado registró una caída de un 6%, en relación a la campaña 2021.
La semilla producida en el ciclo agrícola 2022 registró una calidad promedio del 89% de poder germinativo. En todos los tipos de porotos la calidad fue buena, con valores promedio superiores al 85%. Solo en los blancos se registró comportamiento regular, con el 78% de poder medio germinativo, similar a la campaña precedente.
Las muestras de poroto negro representaron el 64% de la totalidad de las muestras de poroto analizadas en la campaña.
Poroto: la semilla del año pasado fue la mejor desde el año 2018Las variedades más representativas por el número de muestras analizadas fueron Leales 24 INTA en porotos negros, Leales R4 INTA para los colorados y Leales 22 INTA para los blancos. Se debe realizar un diagnóstico de calidad de semillas completo, incluyendo el test de sanidad para conocer y disminuir los riesgos de diseminación de patógenos.
Es necesario decir que una de las características que distingue al cultivo de poroto es su rápido ciclo, ya que por su condición de hortaliza, solo pasan entre 90 y 110 días entre la siembra y la cosecha, lo que obliga a ser rápidos y precisos a la hora de tomar decisiones productivas, por lo que siempre hay que estar atento a todo y arrancar con el cultivo de la mejor manera desde el inicio mismo de la siembra con semilla de calidad y sanidad.